Pros y contras del arranque rápido en Windows
Una de las novedades que incorporó Windows 8, y que ha sido mantenida en Windows 10, es la de añadir el modo de Arranque Rápido, que permite iniciar el equipo en segundos, desde que pulsamos el botón de inicio hasta que se nos presenta el escritorio.
Hoy veremos cómo activar o desactivar el modo Fast Startup de Windows, además de las implicaciones de tenerlo activo o deshabilitado. También veremos cuáles son los diferentes modos de gestión de energía de Windows.
Arranque y gestión de energía en Windows
Veámos qué significa escoger uno u otro modo, cuando queremos reiniciar, apagar, suspender, etcétera. Nos fijaremos especialmente en las diferencias entre apagar Windows con arranque rápido y sin él.
- Suspender: mantiene la sesión iniciada y todos los programas siguen abiertos, se apaga la pantalla y el equipo se coloca en modo de ahorro de energía. Normalmente esto implica que se apaguen los ventiladores del equipo, ante la falta de calor. El equipo continúa consiendo un mínimo de energía.
- Hibernar: el equipo transfiere de la memoria volátil (RAM) a la memoria no-volátil (disco duro o SSD) los contenidos de los programas en ejecución, concretamente al archivo de hibernación o hyberfil.sys. Es entonces cuando se apaga el equipo. Al reiniciarlo, Windows carga el archivo de hibernación para devolver los contenidos a la memoria y que podamos continuar donde lo dejamos.
- Apagar (con Arranque rápido): se cierran todos los programas y se hace una desconexión de los usuarios. El estado actual de la RAM se transfiere al archivo de hibernación y el equipo se apaga. Al arrancar, el equipo carga el archivo de nuevo, como haría en el modo hibernar. Se nos presenta la pantalla de inicio de sesión.
- Apagar (sin arranque rápido): Se cierran todos los programas y se hace una desconexión de los usuarios. Luego, se detiene Windows completamente. Al arrancar el equipo de nuevo, Windows iniciará desde cero, empezando por cargar los componentes del kernel en la memoria, así como los drivers. Se nos presentará la pantalla de inicio de sesión.
- Reiniciar: lo mismo que cuando hacemos un apagado sin arranque rápido, con la salvedad de que no tenemos que pulsar el botón para arrancarlo de nuevo.
Algunos comentarios…
Microsoft recomienda de forma genérica tener el Fast Startup activado. No siempre viene activado por defecto.
No conviene apagar el equipo cuando está suspendido, sin reactivarlo antes, de lo contrario podríamos perder información.
Por otro lado, el modo suspender no debería utilizarse como norma, de lo contrario acabará por cargarse la batería de nuestro equipo, si es de batería. Más conceptos sobre baterías.
Consecuencias de habilitar el Arranque rápido en Windows
Aunque a nivel general se pueda recomendar el uso de arranque rápido en Windows, conviene tener claras las desventajas de utilizarlo, que son las siguientes.
- Parches. Algunas actualizaciones requieren un apagado completo del equipo para aplicarse. La solución es efectuar un reinicio en su lugar.
- SSD. Para mí las más obvia. Si utilizas un disco de estado sólido, te conviene realizar un apagado tradicional (sin fast startup). El motivo es que este modo escribe cierta información en el arhivo hyberfil.sys lo que a su vez resta ciclos de escritura de la vida útil de los SSD. Más sobre cómo cuidar tu disco de estado sólido.
- Estabilidad. Si una parte del sistema operativo está bloqueada, o un driver ha comenzado a funcionar mal, en caso de tener el arranque rápido encendido, al iniciar de nuevo el equipo el problema persistirá. La solución es realizar un reinicio.
- Varios sistemas operativos. Si tienes un entorno multiarranque y el modo fast startup activo, no podrás acceder a un SO diferente cuando apagues Windows. El motivo es que el sistema de Microsoft habrá bloqueado la unidad de disco principal para preservar la información. La solución es que no puedes usarlo con multiboot.
- UEFI/BIOS. En determinados casos, podría sernos imposible acceder a las funciones de la BIOS/UEFI del equipo, a causa de este modo. Lo desactivaremos para poder acceder.
Pasos para habilitar Fast Startup en Windows 10
Ahora que ya tienes claro el contexto, si quieres activar el Fast Startup de Windows 10 es muy sencillo. También lo puedes hacer del mismo modo en Windows 8/8.1.
Abre el panel de control, por ejemplo haciendo clic derecho en el menú de Inicio y seleccionando Ejecutar. Escribe Control y pulsa Intro.
Ahora busca la entrada Opciones de Energía > Elegir el comportamiento de los botones de inicio/apagado.
Selecciona la opción Cambiar la configuración actualmente no disponible. Aplica la configuración deseada y salva los cambios.
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Trabajo como consultor de ciberseguridad y me gusta lo que hago. Aficionado a la informática / tecnología en general, me gusta compartir con la gente lo poco que sé. También soy aficionado al deporte y los videojuegos.
Excelente y muy util informacion, gracias!