Kaspersky demandará a Microsoft por el uso de su antivirus

La compañía de Redmond, Microsoft, lleva unas semanas en el punto de mira por parte de muchos desarrolladores de antivirus, ya que según afirman Microsoft estaría poniendo trabas injustificables al normal funcionamiento del software de seguridad de empresas rivales.

Kaspersky ha sido la empresa más beligerante en este sentido, aunque ni de lejos la única que ha puesto el grito en el cielo. Según comentan desde la compañía rusa, Microsoft debe cesar de una vez su acoso y derribo al resto de antivirus del mercado.

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Todavía no es seguro al 100% que Kaspersky pondrá una demanda contra Microsoft, pero los medios rusos ya están hablando de ello y, si nos atenemos al silencio por parte de la empresa norteamericana -que ni se ha dignado a responder de forma oficial- podría ser cuestión de semanas o días.

¿Ejerce Microsoft un monopolio con su antivirus?

Si Microsoft está llevando a cabo prácticas de monopolización del mercado no es tan fácil de saber (eso lo tendrá que decidir un juez). Pero lo cierto es que, por un lado, cuenta con la posición fuerte que le da su sistema operativo gestionado de forma privada y, por otro, cuenta con un motivo suficiente como para querer hacerlo.

Eso es lo que llevan meses pensando en Kaspersky, que ya informó pasado el verano a Microsoft para pedirle que cambiase de actitud sin éxito. Ante el silencio, los rusos se han dirigido a la Comisión Europea (tribunal Anti-monopolio) en pasadas fechas, pudiendo ahora ir más allá si lo consideran necesario. Según Eugene Kaspersky:

Creemos que Microsoft está utilizando su posición dominante en el mercado de sistemas operativos para crear ventajas competitivas para su propio producto.

Supuestos beneficios a Windows Defender

Se han denunciado diferentes prácticas que estarían colocando a otros antivirus en mala posición sobre Windows 10 de Microsoft. La gran parte de estos problemas tiene que ver con las actualizaciones de Windows Update, a saber:

• Windows 10 tiene la fea costumbre de cambiar los ajustes del usuario con cada nueva actualización, desinstalando aplicaciones de terceros y sustituyendo estas por las contrapartidas de la propia Microsoft.
• Esto lleva al sistema a desactivar, en muchas ocasiones, otro software de seguridad encontrado en el sistema. Windows 10 alegará que es incompatible, pero no dirá como ni si es posible conseguir una versión compatible de dicho software, modificando este inmediatamente por Windows Defender.
• Además, se ha hecho más difícil que los usuarios del último sistema operativo de Microsoft puedan saber cuando caduca su suscripción a la suite de seguridad de turno, con el objeto de que no se haga con tiempo suficiente. Entonces entrará en juego Windows Defender, desactivando el antivirus de la competencia.

A los desarrolladores de software independientes solo se les da un margen de 7 días antes de que su software se considere incompatible con Windows 10. Y esto es así con cada una de las últimas actualizaciones publicadas…

Una de las peticiones de Kaspersky a las autoridades (europeas / mundiales) anti-monopolio versa sobre la necesidad de que Microsoft envíe a los desarrolladores de software las últimas actualizaciones de Windows 10 con más tiempo, ya que se están supuestamente enviando en un plazo similar al que se da a terceros para adaptar el software: 7 días antes.

Conclusiones

¿Intento de monopolio sí o no? Quien sabe, aunque parece que «los tiros van por ahí». El año pasado Microsoft alcanzó el liderazgo del mercado con Windows Defender (16% del total) seguido de Avast y Malwarebytes -datos de OPSWAT– aunque quizá esta no sea la forma de aumentar la confianza en su antivirus, sino más bien lo contrario.