Mitos sobre el cuidado de baterías de portátil, móvil y otros aparatos

La red está repleta de preguntas referentes al cuidado de baterías de portátil…con sus correspondientes respuestas. Y parece que no nos podemos de acuerdo. Hay varias corrientes enfrentadas -como si de religiones se tratara- que nos dicen que debemos cuidar las baterías de diferentes formas. Derribemos pues algunos mitos.

¿Dejar el cargador del portátil enchufado es malo?

Este es uno de los términos de búsqueda más populares cuando se trata de cuidados de batería. Y es posible que muchos os sorprendáis con la respuesta: no existe ese concepto de «sobrecarga» para una batería tan comentado por muchos.

La batería no pierde carga por dejarla cargando de forma contínua, al menos las baterías de Litio. En su lugar, debemos preocuparnos más de que la batería no se sobrecaliente, además de no permitir que cargue y descargue completamente.

Algunos conceptos sobre baterías

Antes de continuar con el artículo, conviene dejar claro que hay diferentes tipos de baterías.

Tipos de baterías

• Níckel-Cadmio (Ni-Cd) o Nickel-MetalHidruro
• Ácido (ya sea inundada, de Gel, sellada o AGM)
• Polímeros de Litio (Li-Po) o Iones de Litio (Li-Ion), compuestas por Cobalto, Manganeso o NMC.

Sin duda las baterías más frecuentes a día de hoy (prácticamente las únicas que encontraremos en objetos de nuestro uso cotidiano, como móviles, tablets, portátiles, drones, etc) pertenecen al último tipo, ya sean de Iones o Polímeros de Litio.

Como podéis imaginar, cada tipo de batería necesita unos cuidados y opera de una forma determinada, así que lo primero que os aconsejo es identificar el tipo de batería del portátil o dispositivo antes de aplicar unos consejos u otros. Este artículo se centrará en discutir acerca de las baterías de tipo Li-Ion / Li-Po.

Mitos sobre el cuidado de baterías de portátil

Sobrecarga, Ciclos y porcentaje de carga/descarga

La gran mayoría de baterías de portátil son bien de Iones de Litio o bien de Polímeros de Litio. Estas baterías están preparadas para soportar un elevado número de ciclos de carga y descarga.

Estas baterías no pueden sufrir sobrecarga, lo que significa que cuando llegan al 100% de carga, dejan símplemente de recibir corriente. En esta situación lo que hacen es pasar directamente la energía a la fuente de alimentación del portátil sin pasar por ellas.

Es por esto que el hecho de dejar la batería cargando continuamente no supondrá una diferencia notable con respecto a la vida restante de la batería. Hay otros factores que sí debemos cuidar.

Los ciclos de carga de una batería sí son importantes. Una batería Li-Ion media está capacitada para soportar unos 300 a 500 ciclos de carga completos con garantías. ¿Significa esto que una vez los alcancemos la batería muere? No, pero podríamos ver un descenso acusado en su rendimiento y retención de carga.

Sobrecalentamiento de la batería

Algo que debemos tener como prioridad si queremos alargar la vida de nuestra batería es, sin duda, evitar que esta se sobrecaliente. Aquí no sólo influyen las condiciones ambientales, sino el calor emitido por el hardware del equipo.

Por eso, si la temperatura de nuestro equipo (CPU, Disco, GPU) se sitúa en torno a 40-50 ºC, no pasará nada por tener el cargador del portátil conectado. Sin embargo, si las altas temperaturas o un uso intensivo del mismo llevan las temperaturas más lejos, es aconsejable no dejarlo siempre cargando (aumento de la temperatura) o incluso retirar la batería del mismo para estas tareas.

Almacenamiento de la batería

Si la batería no se va a utilizar durante un tiempo prolongado, debemos saber cómo almacenarla. Es común que la gente piense que dejar la batería totalmente cargada cuando no se usa es lo correcto (normalmente se teme el efecto memoria, que hemos dicho que estas no tienen).

Evita a toda costa almacenar la batería de Li-Ion totalmente descargada, es muy perjudicial para ella.

Incluso hay quienes piensan que lo mejor es todo lo contrario: dejar la batería lo más cerca de estar completamente agotada. Las respuesta correcta está en el término medio. Todos los fabricantes coinciden en que lo ideal es dejar la batería con una carga  del 40% al 60% (depende del fabricante).

Consejos para cuidar la batería del portátil o dispositivo móvil

• Los ciclos de carga son bastante temidos por el usuario porque aparecen en las especificaciones de la batería. Sin embargo, recuerda que la batería no muere tras cumplir esos ciclos. De hecho, si la has cuidado bien podrá durarte mucho más tiempo sin dar síntomas de agotamiento.

Varios estudios, entre ellos este de Battery university, demuestran que los ciclos de carga/descarga típicos oscilan entre 300-500 si las baterías se cargan y descargan por completo. Sin embargo, si se utilizan las baterías siempre entre un 20% y un 80% de valor máximo de carga, conseguiremos aumentar la cifra a 1000 ciclos o más.

• Dicho esto, para cuidar la batería del portátil evita dejar que se descargue totalmente (si es posible, tampoco es algo fatal para la misma) y recuerda que no hay efecto sobrecarga en las baterías que se producen actualmente.
• Las baterías que no se vayan a utilizar durante un período de tiempo prolongado -20 a 30 días- deben extraerse del equipo y guardarse en un lugar fresco, seco y con una carga en torno al 40-60%.
• Las baterías correctamente almacenadas pueden aguantar bastante, pero se recomienda cargarlas al menos 1 vez cada 6 meses para evitar que se degraden.
• Recuerda que el calor es el mayor enemigo de las baterías (como o es de cualquier componente electrónico) así que si tu equipo no está bien ventilado o vas a realizar tareas que lo estresen mucho, como jugar, deberías extraer la batería mientras lo tienes enchufado.
• Evita utilizar modos de funcionamiento en tu sistema operativo que vayan en contra de los principios de desgaste ya comentados. Por ejemplo, evita utilizar de forma sistemática el modo Suspender de Windows.

Es posible que tu equipo no tenga una batería extraíble, en cuyo caso te recomiendo que utilices una base refrigeradora de portátil habitualmente para minimizar el riesgo de sobrecalentamiento.